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  • Foto del escritorSexualidad y Salud

¿Se puede transformar el arte en educación sexual?


"Si queremos definir la finalidad del arte, debemos decir que una de las tareas que comporta es la de enseñarnos a ser buenos amantes: amantes de los ríos y de los cielos…, y lo que es más importante, amantes de la gente”.

Alain de Botton, El arte como terapia.




Existen muchas formas de acercarse al arte, al igual que existen muchas formas de acercarse a la sexualidad. Hagamos un ejercicio, imagínate que entras en el Museo del Prado, ¿Qué ves? Grupos de alumnos con sus profesores entre pinturas, parejas deambulando por la sala, personas dibujando…dependerá de la hora, quizás.


Pero volvamos a ti, porque tú te vas a convertir en uno de esos alumnos que escucha y aprende, o en ese profesor que intenta dialogar, o en esa persona que se fija en las formas para poder dibujar…


Avanzas por las salas, ¿te sientes cohibido? ¿No sabes muy bien cómo moverte? “Es que yo no sé nada sobre arte”, “no lo entiendo”, podemos relacionar esta sensación que nos produce el caos visual con los mensajes sexuales que se nos ofrece en la sociedad actual, pornografía, películas, anuncios…, “el placer es esto”, “compórtate así”, “debes de sentirte de esta manera”.


Esta es una de las razones por las que nuestra sociedad necesita educación sexual. Necesitamos que nos enseñen que es natural sentirnos de esa forma, cuando nos piden aquello que no nos gusta, o que está bien atreverte a hacer eso que imaginas. Al final, el resultado de esta educación sexual será salud, afecto, libertad, respeto, igualdad y placer.


Por ello, es una materia necesaria e imprescindible.


Actualmente, si pensamos en cómo aprendemos sobre sexualidad, es fácil que acuda a nuestro imaginario situaciones pornográficas o encuentros de películas y libros “porno-románticos”. Pero, intentemos mirar más allá, sigamos con el arte y así quizás podamos educar la mirada para ser más libres. Acerquémonos a nuevos referentes visuales.



Utilizaremos el recorrido en el Museo como una metáfora, vamos a practicar una actitud, una manera de relacionarnos, en este momento será con el arte, más tarde podemos llevarlo a nuestro cuerpo. Intentaremos relajarnos y disfrutarnos, avanzaremos poco a poco, miraremos y nos preguntaremos.


Usa tus sentidos, y percíbelos.


Primero, debemos intentar dejar fuera esas ideas de “Yo no sé nada sobre este autor”, “No tengo sensibilidad”, “¿Pero eso me debe de gustar?”. Debemos relajarnos y confiar en los mensajes que vamos recibiendo de nuestro interior, al igual que con nuestra sexualidad, debemos quitarnos las barreras e ir despacio. Empezaremos por algo fácil, ¿Qué veo en el siguiente cuadro?



Me apetece sentirme asi.


De repente nos topamos con este cuadro, nos acercamos a su descripción: “Autores: Fortuny y Marsal; Título: Viejo desnudo al sol; Fecha: Hacia 1871; Técnica, óleo”. Podemos quedarnos con este titular informativo, o podemos apreciar los detalles ¿Qué nos dice el cuadro?, ¿Cómo se siente ese viejo?, ¿Cómo parece que se ama?, ¿Te gustaría sentirte así respecto a tu persona?




Continuamos con Rubens y su mirada sobre mujer y el cuerpo. Con esta pintura él intentó simbolizar la belleza, el amor, la fertilidad y la sexualidad…, y todo esto lo plasmó con estos tres cuerpos femeninos. La mujer que lo inspiraba a pintar así, era su esposa. ¿Cómo te hace sentir eso? ¿Te gustaría que te mirasen así? ¿Te gustaría pensar de esa forma en tu pareja? ¿Te apetecería que te pintasen? ¿Como musa? ¿Te sentirías cohibido en un primer momento? ¿Piensas en el sexo como un encuentro con el otro? ¿Respetándolo?


Por ahora solo estábamos comprobando qué veíamos, qué nos hacía sentir, imaginando y creando situaciones… Pero para entender de forma profunda nuestra sexualidad, debemos entender la sexualidad en su conjunto, debemos conocer sus diferentes dimensiones y para ello nos podemos acercar a La fragua de Volcano.


El cuadro ocupa todo nuestro campo visual. Hay tantos elementos que puede que nos sintamos un poco incómodos, e incluso invadidos. Quizás eso nos ha ocurrido en alguna experiencia sexual, no hemos entendido porqué, si todo iba bien, de repente “se me ha cortado el rollo”. Pero, ¿por qué? No entiendes de dónde ha venido o qué lo ha ocasionado, y se termina generando una situación de incomprensión y frustración.


Todos son necesarios para que la fragua funcione.


La sexualidad está formada por diferentes dimensiones. Al igual que una fragua, para que lo que salga de ella sea adecuado, esté bien, todos los que intervienen en el proceso deben estar combinados. Debemos entender que unas piezas necesitarán más “material”, mientras que otras más delicadeza al forjar.


Esta fragua parece un poco caótica, da la impresión de que todo está un poco mezclado, pero, si nos fijamos, podemos ir separando partes e ir acercándonos a ellas. Podemos irnos a la zona más iluminada del cuadro, a ese fuego. Unámoslo a la parte biológica, la más animal, donde te puedes quemar. Pasemos al que está forjando en la esquina izquierda y pensemos en los afectos, este puede seguirle al que está en el fuego, sigue forjando, pero de una forma más pensada, con un ritmo más lento, teniendo más cuidado. En la otra esquina, vemos a un chico contando monedas y a un hombre trabajando el material ya dado forma, podemos relacionarla con la parte más cognitiva. Y por último podemos fijarnos en el niño que juega con el perro, ¿dónde está nuestra espiritualidad? Este niño puede representar esos valores que nos acercan a lo que nos gusta, a lo que nos asombra.

Acercarnos a la realidad de otra forma es posible, al igual que al arte, o a la sexualidad. Esta forma diferente de acercarnos puede enriquecernos, aumentar nuestra libertad. Y esto nos puede hacer estar más preparados para compartir nuestra intimidad y desarrollarnos personalmente.


Cuando Rubens pintó a su mujer como representación de diferentes valores, se puso en juego él, puso en juego su amor, su atracción por ella, por su cuerpo y por su persona. Nos muestra una determinada actitud hacia el otro, Rubens nos muestra así una belleza auténtica, natural y sencilla, el canon de belleza real para él, diferente del actual para el cuerpo femenino.


Deja que la vida te afecte y acércate a una salud sexual positiva.


Maria García Mejias

Psicóloga.

Grupo de Trabajo e Investigación en Sexualidad.


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